¿Blasfemia? Todo depende de cómo definimos suicidio.
Claramente Jesús sabía en el jardín de Getsemaní en lo que se estaba metiendo. Y se fue calladito con los soldados, y no se defendió frente a Pilato.
En nuestras iglesias quisieran definir suicidio como cualquier persona que decide quitarse la vida, o cualquier persona que decide dejarse morir, sin estudiar posibles motivos que expliquen esa acción.
Muchos de los que llamamos héroes estuvieron dispuestos a dar su vida para salvar a otros. Eso podría explicar por qué hay tan pocos policías, bomberos o soldados en nuestras iglesias… Técnicamente sería pecado entonces arriesgar nuestras vidas a diario en esos trabajos.
Durante la tragedia del 11 de Setiembre, vimos personas que se tiraron desde las ventanas, huyéndole a las llamas. ¿Nos pondremos a cuestionar si esas personas tal vez escogieron aprovecharse de las circunstancias para suicidarse?
Digan lo que digan las iglesias o nuestros pastores públicamente, es claro que la mayoría de los creyentes queremos morir en nuestros hogares, rodeados de nuestros seres queridos, en vez de en un hospital, con sondas, mangueras y tubos, rodeado de doctores y enfermeras.
¿Que era preferible? ¿Qué Pedro se arriesgara a morir en la cruz junto a Jesús? ¿O que lo negara tres veces, pero siguiera vivo, para predicar por muchas décadas después? (Tendremos que preguntarle cuando lleguemos a las puertas del cielo.)
Sin embargo, durante los primeros siglos de la era Cristiana muchos murieron al reusarse a negar a Cristo. Suicidio por león. Otros cristianos encontraron formas de sobrevivir durante esa época, igual que Pedro.
Es demasiado fácil pasar juicios tajantes: todo el que mata peca. Todo el que se suicida peca. Todo el que se enferma es porque está alejado de Dios. Todo el que es pobre es porque nuestro Dios de la Prosperidad ve su falta de fe.
Tenemos que poder vivir más por Gracia que por Ley.
Dios es el que nos inspira y ayuda no solo a afrontar las vicisitudes de la vida con valentía y dignidad, sino a afrontar la muerte misma de la misma manera.
Mi nombre es Ricardo, Dios me ama tal como soy.