Resumen de Números 31:
Dios le pide a Moisés vengarse contra los Madianitas. (Venganza porque los pobres hombres judíos no pudieron mantener sus braguetas cerradas frente a las seductoras mujeres Madianitas…)
Yo estimo que por lo menos cien mil varones Madianitas – la mitad menores de edad – murieron a manos de los judíos, que capturaron a todas las mujeres, quemaron cinco ciudades y todos los cultivos después de llevarse 600 mil ovejas, 72 mil bueyes, 60 mil asnos y aproximadamente $300 mil en oro, plata, estaño, alhajas y más.
Cuando vuelven a casa, Moisés exige que todas las mujeres capturadas sean asesinadas a sangre fría, excepto si son vírgenes. Las 32 mil vírgenes sobrevivientes son repartidas entre los hombres Israelitas. (¿Los mismos hombres que no habían podido controlarse antes?)
Comentario:
Esta historia es común y normal para esa época. Tanto los pueblos como los dioses de ese tiempo actuaban de la misma forma.
Este tipo de Justicia era común: Dios ignora el adulterio o fornicación de los hombres judíos, pero no el mismo pecado de las mujeres Madianitas.
Este tipo de exageraciones también es típico: ¿Mil de cada tribu? ¿Fuerzas enemigas diez veces más grande? ¿Ningún judío muerto o herido?
Cada combatiente judío tendría que haber matado a diez enemigos. Cada combatiente judío tendría que haber arreado 55 ovejas, 7 bueyes y 6 asnos. Cada combatiente judío tendría que supervisar a 10 mujeres otros 10 niños y niñas capturadas. ¿Quién va a cargar con $300 mil en oro, plata y alhajas?
¿Es posible todo eso? Tal vez. ¿Es probable? No.
Problema:
El dios representado en Números 31 ni se parece al Dios con el cual hoy tengo una relación constante. El dios representado en Números 31 no es digno de alabanza o adoración.
Tengo dos opciones:
-Opción 1: Aceptar la Inerrancia e Infalibilidad de la biblia, que me obligaría a aceptar al dios de Num31 como mi dios. Tendría entonces que abandonar mis previos conceptos de lo que es Amor, Perdón, Justicia.
-Opción 2: Rechazar esta imagen grotesca de un dios genocida, dispuesto a matar a cientos de miles de sus hijos, sencillamente por haberles permitido nacer en pueblos que resultaron ser enemigos de los judíos. También tendría que rechazar la Inerrancia e Infalibilidad bíblica.
No se me quita de la cabeza la imagen monstruosa de alinear 100 mil mujeres para chequear su virginidad, como única razón que dios las deja sobrevivir. (Sobreviven algunas nietas, pero no sus madres o sus abuelas.) Para luego ser repartidas entre los hombres. Esa obsesión con la virginidad es aún hoy día motivo de muchas injusticias hasta en nuestras mismas iglesias.
Números 31 definitivamente no es útil para enseñar, ni para redargüir, ni para corregir, mucho menos para instruir en Justicia. No me prepara para ninguna buena obra.
Meditación:
Mi fe en Dios más bien se ha fortalecido al no tener que gastar esfuerzos tratando de justificar pasajes bíblicos como Num31, que no calzan con el Dios que me alienta todos los días a buscar primeramente el Reino de Dios y Su Justicia. Precisamente la crítica de Jesús a los Fariseos era que en su esfuerzo por agradar a Dios siguiendo todas sus leyes, perdieron el concepto de La Gracia.
No es obediencia ciega a leyes lo que Dios quiere, ni creencia ciega en historias que no se ajustan al entendimiento que Dios nos da hoy.
En la iglesia en la que crecí Inerrancia e Infalibilidad Bíblica siempre fueron el primer fundamento de nuestra fe. Así que cuestionar este fundamento era sinónimo con cuestionar a Dios mismo.
Pasé más de diez años en crisis espiritual cuando averigüé, durante mis estudios en un seminario teológico, que no hay forma de declarar que nuestras biblias no tienen errores. Me tomó mucho tiempo descubrir que Dios nos habla con Biblia o sin Biblia.
Para muchos cristianos, con los que he compartido mis inquietudes, no hay campo para dudas. Para ellos, los requisitos para ser considerado como cristiano incluyen no sólo aceptar a Jesús como mi salvador, sino que también tengo que creer en la infalibilidad e inerrancia de la Biblia que ellos han determinado es LA Biblia correcta.
Cuando yo pregunto cómo han determinado cuál es el canon correcto, la traducción correcta y la interpretación oficial, no solo se ofenden, sino que muchas veces paran la conversación, declarándome de una vez como hereje. (A veces con un comentario de “Apártate de mi Satanás.”)
Tiene que haber forma de conversar sobre estas cosas entre cristianos. Tiene que haber forma de examinarlo todo y retener lo bueno.
¿Con que autoridad moral podemos condenar los crímenes de Hitler si no hay arrepentimiento o ni siquiera conciencia de que hubo comportamiento indebido en este pasaje?
Nuestra misión, de ser testigos de un Dios de Amor, Perdón y Justicia no es compatible con esta historia.
Mi nombre es Ricardo. Dios me ama, tal como soy.